viernes, 14 de marzo de 2014

Volar.

"Si hay alguna tragedia entretejida entre la pérdida de sueños e ilusiones de las personas, ésa es la idea de volar.
Me refiero a volar, como el hecho de, filosóficamente, extender las alas, examinarlas, evaluarlas, saltar... y probablemente estrellarse contra el suelo. Y ésto, aunque suene trágico, es así, no me lo neguéis. Todos hemos soñado con alcanzar nuestras metas y objetivos, pero nos han dado un golpe que nos ha derribado. La idea entonces, es volverse a levantar, e intentarlo de nuevo, y no desistir hasta vencer.
Vencer... Qué verbo tan bonito, ¿no? Una palabra cuyo significado hemos olvidado, pero anhelamos desde la frustración.
De pronto olvidamos que lo primordial después del fracaso es volver a intentarlo. Olvidamos lo que era sentir que por un segundo estábamos por encima de cualquier temor. Hasta que nos dejamos invadir, y sentimos cómo nuestro propio peso tira de nosotros. Nos rendimos, pateamos el suelo, y nos arrancamos las alas. Así nos resignamos a vivir para siempre desplazándonos a pie, en lugar de ubicarnos en nuestro espacio en los cielos.
Llegará el día en que no ocurra, y pensemos "No me va a volver a pasar, ya ha sido suficiente". Y entonces, volaremos. Y nos sentiremos orgullosos de las maravillosas aves en las que nos hemos convertido.
Propóntelo, a ver qué tal.

Leo.

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