jueves, 13 de marzo de 2014

La vida son dos días.

Parece demasiado tarde para volver a disfrutar, porque cada vez decimos más aquello de "La vida son dos días". Una frase que alguien debió inventar para que los demás dejaran de soñar.
Creo sinceramente que nos dejamos llevar demasiado por esta filosofía. No sé qué pretende proponer, ni soy capaz de deducirlo, pero sí que sé, que a mí no me hace ningún bien oírla. Me recuerda que la vida en ocasiones es breve, que el tiempo pasa, sin darte cuenta. Y luego llega el día de las lágrimas, el del arrepentimiento. Y con él, los dolorosos "Ojalá hubiera vivido como hubiese querido".
Y es que ya lo sabemos. Ya sabemos que la vida se hace corta. No hace falta recordarlo más. En vez de eso, sería mejor recordar que podemos vivirla todo lo intensamente que queramos (que podamos, en algunos casos, tristemente). Pero eso, eso no conviene recordarlo. Conviene tener a una población aterrorizada y triste, en lugar de a una feliz, y aún no sabemos por qué.
Llegará el día, en que todos vivamos como queramos. No habrá dolor, ni sufrimiento. El mundo entero gozará de Educación, jamás escaseará de nada. No importarán los bienes materiales, sino vivir intentsamente y gozar de cada segundo que existamos. Y el amor inundará todos los corazones.
A ver entonces qué refranes se inventan.

Leo.

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