Quizá ya conozcas esto que estoy a
punto de decir. Quizá lo conozcas, pero no lo recuerdes. Y quizá
necesites saberlo. Pero, de todas formas, siempre viene bien
recordarlo.
“*Toc, toc*
-¿Hola? ¿Estás ahí?
-¿Quién es? ¿Qué pasa?
-¿No lo recuerdas? Tenía
algo que darte hoy.
-¿Tú? ¿A mí? ¿Quién
eres?
-La que te trajo también
un regalo ayer, ¡claro!
-¿Un regalo? ¿De qué
hablas?
-Parece mentira que aún
no te hayas dado cuenta. Bueno, no te preocupes. Ya te sorprenderé
cuando despiertes. ¡Hasta luego!
Corrí hacia la puerta,
invadido por la curiosidad y la inquietud ante la voz que prometía
ofrecerme algo especial. Pero cuando abrí la puerta, ya no había
nadie.
Entonces, me desperté en
mi cama, de repente. Y me di cuenta de que todo fue un sueño.”
Día a día, la vida tiene algo para
ti. Algo que necesitas, algo que mereces. Podríamos definirlo como
un “regalo”. Ese regalo viene a ti, siempre.
No tiene por qué ser algo material. A
veces, se trata de experiencias, de sueños, de oportunidades... A
veces, es algo tan simple como un pañuelo de papel que alguien te
ofrece cuando lo necesitas. Son detalles tan pequeños, que en
ocasiones los pasamos por alto.
Me atrevería a decir, que estoy seguro
de que hay algo de magia oculta en todo esto. Porque, aunque no lo
creas, NO fue casualidad que el chico con el que te chocaste al
doblar aquella esquina sea ahora el hombre con el que estás casada.
NO fue casualidad que la chica a la que ayudaste a recoger sus libros
cuando se le cayeron frente a ti sea ahora la madre de tus hijos.
Cree en lo que te digo: Las
casualidades, NO EXISTEN. Todo forma parte del maravilloso proyecto
de tu vida. Es un ciclo, único y perfecto, que hace de ti alguien
especial e inigualable en toda la Tierra.
A veces... es algo más complicado. Hay
regalos y detalles, que no gustan, por supuesto. Pero si la vida puso
ahí esa piedra con la que te tropezaste, quizá pretendía que
vieras las flores justo delante del bache. Si hizo que alguien
desapareciera de tu vida, quizá ese espacio será ocupado por
alguien que te hará sentir aún más especial. Yo creo,
personalmente, que necesitamos hacernos fuertes mientras vivamos, y
por eso recibimos experiencias desagradables, o difíciles... Para
aprender. ¡Necesitamos aprender! Es difícil de captar al principio
(ni yo mismo termino de entenderlo a veces, ¡créeme!), pero nada de
esto consiste en captar ni entender nada. Consiste en asumirlo,
disfrutarlo y seguir recibiendo con los brazos abiertos.
Y lo más importante:
Quizá tú seas un
regalo para alguien ahora mismo.
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